¡Oración por Madaya, Siria!

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Hoy, mientras tú y yo tenemos para elegir que comer y que preparar, unos con más o menos suerte, pueden tomar su plato preferido y otros no tanto porque deben repetir lo que quedó del día anterior. En Siria, muchos no pueden elegir ni repetir, mueren de hambre.

No me gusta polemizar con imágenes trágicas y tristes, pero hoy, no encuentro otra forma de representar el hambre y la necesidad de ayuda para este pueblo, ayuda en oración y clamor por ayuda, cese del conflicto, conciencia para sus lideres y gobernantes, paz, abastecimiento, sanidad y provisión urgente de alimentos y medicina para los habitantes de esta nación, especialmente la ciudad de Madaya. Jamás habrás oído mencionar esta ciudad, como yo, pero ¡existe! Se trata de una pequeña ciudad montañosa cerca de Damasco, en el suroeste del país.

Desde hace cinco años, la ciudad ha sido blanco de la guerra, al ser asediada por simpatizantes de las fuerzas del gobierno y las milicias libanesas,  entorpeciendo y dificultando el transporte de alimentos y medicina. Esto ha ido en aumento y ha causado la muerte de varias personas adultas y niños, por inanición. Ahora la noticia se conoce y el mundo está volcado, intentando ayudar, pero el riesgo es que puedan recibir las ayudas antes de morir.

Oremos por ellos, por los niños, mujeres, hombres y ancianos. Por todos los habitantes Sirios, porque en este momentos son muchos los pueblos que como Madaya son victimas directa de la guerra. Oremos para que Dios detenga la obra del enemigo y no siga permeándose la maldad en esta nación. Oremos por sabiduría y entendimiento para los gobernantes y fuerzas militares de este país, para que no atenten contra sus ciudadanos.

Seamos conscientes de lo que tenemos y de lo que podemos compartir con otros. Ya sé que no podremos ayudar directamente a los habitantes de Madaya, pero si podemos ayudar invocando el nombre de nuestro Dios y pidiéndole que tenga misericordia y extienda su mano en favor de estas personas débiles, inocentes y desfavorecidas, victimas de la violencia y de la guerra. Te invito a orar y clamar al cielo por Madaya, ¿Te animas? ¡Él nos responderá!

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

¿Por qué nos volvemos a esclavizar?

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Conocimos a Dios y él nos conoció antes, nos perdonó, aceptó y restauró. ¿Por qué conociéndole y sabiéndonos salvos, aceptados y justificados, nos empeñamos en volver atrás?

Él nos ha cambiado, nos ha hecho nuevas criaturas pero en algunas ocasiones aceptamos someternos a las formas, tradiciones y ceremonias del mundo. Y no hablo de religión.

Tú y yo, seguramente y con certeza lo digo, no idolatramos otros dioses religiosos como vírgenes o santos, pero si idolatramos personas y cosas. Idolatría significa adoración, amor excesivo y vehemente a alguien o algo. Y cuando hacemos idolatría nos esclavizamos y somos presos y cautivos del ídolo. Idolatramos personas, lugares, cosas, pasiones y vicios porque enfocamos toda nuestra energía en ello y descuidamos todo lo demás, incluyendo nuestra relación con Dios porque estamos enfocados en aquello a lo que idolatramos dándole todo nuestro tiempo y dedicación.

Hablo de internet, redes sociales, vicios, estudios profesionales, pornografía, juego, alcohol, comida, deporte, culto al cuerpo, dinero y riquezas e inclusive personas cercanas a las que idolatramos, seguimos, imitamos y amamos de forma excesiva, llegando a ocupar tal lugar de importancia en nuestra vida que apartamos a Dios del lugar que realmente le corresponde, el primer lugar. No es malo tener un perfil en internet  y hablar con amigos. No es malo comer ni hacer ejercicio ni mucho menos esforzarnos en desarrollarnos profesionalmente para salir adelante económicamente. No es malo ni mucho menos pecado. Lo malo, menos sano y hasta perjudicial, es que estas cosas ocupen el primer lugar en nuestras vidas día tras día. Que sea tal nuestro interés y dedicación que nos olvidemos de Dios y reemplacemos su lugar en nuestro corazón cediéndolo a lo que tanto nos gusta o atrae.

Piensa ¿qué está ocupando en tu vida, el día hoy, el primer lugar? El lugar que le correspondería a Dios. ¿Tu pareja, tus padres, hijos, un amigo (a)?O tu ídolo no es una persona pero si una cosa, ¿es tu trabajo, tu profesión, el deporte, el móvil? ¿Qué ocupa el primer lugar en tu vida. ¿A qué cosa le dedicas la mayor parte de tu tiempo? ¿Dios o alguien más, ¿una cosa? Es muy fácil creer que no idolatramos nada porque ya no vamos a misa ni ponemos velas a ningún santo. Pero debemos saber que esa no es la única forma de idolatría. Revisa bien, desde el fondo de tu corazón, quién o qué ocupa el primer lugar en tu vida y si no es Dios, es tiempo de acercarte a él y en humildad pedirle perdón y reconocer que has pecado por idolatría y has volcado todas tus fuerzas, dedicación y tiempo a ………(esa cosa o persona).

Oremos juntos y pidamos perdón al Señor diciendo:

Padre, a ti vengo en este día para reconocer mi falta y pedirte perdón.

Te he fallado alejándome y dándole más importancia a otras cosas y personas que no eres tú.

Me has perdonado, aceptado y justificado pero a veces la vieja conducta y la carne intentan hacerme volver atrás. Te pido que me des firmeza, carácter y autoridad para resistir esos ataques e intentos de apartar mi fe, tiempo y dedicación a ti. Tú eres lo más grande que tengo y conocerte cambió mi vida radicalmente. Sin ti mi vida no tiene sentido. Quiero darte el lugar que te corresponde en mi vida. El primer lugar y cuidar que no seas removido de allí por nada ni nadie. Perdóname por dedicar todas mis fuerzas, tiempo y dedicación a: (menciona la cosa o persona a quién dedicas todo de ti). No quiero ser esclavo de nada ni nadie. No quiero someterme a personas, cosas o relaciones tóxicas que nublen mis ojos y corazón y me aparten de ti. Quiero que seas y ocupes el primer lugar en mi vida, mente y corazón. En el nombre de Jesucristo te lo pido. Amén.

¡Dispongámonos a darle a Dios el primer lugar en nuestras vidas cada día!

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

Él pastor apacentará con justicia su rebaño

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Los pastores recorren junto a sus ovejas largas distancias hasta llevarlas a pastar y descansar pero siempre velando por su cuidado y guiando su camino. Este es el mejor ejemplo para entender nuestro paso por la vida guiados por nuestro pastor, el Señor.

En el rebaño hay ovejas que se apartan del redil y se pierden, hay otras que sólo comen y se abastecen de forma egoísta olvidándose de las demás, hay otras que resbalan y se lastiman pero Dios, como pastor y jefe del rebaño, conoce los riesgos a los que están expuestas sus ovejas, por eso él promete que las cuidará, apacentará y juzgará con justicia.

Leamos juntos, Ezequiel 34:15-16. En estos versos, los verbos a los que hace referencia la palabra de Señor están enfocados a su pueblo, al que llama rebaño y son verbos que reflejan el amor y misericordia de Dios.

Y vemos el verbo “BUSCAR” porque él buscará a la oveja perdida.

También encontramos el verbo “VOLVER” porque él hará VOLVER a la oveja descarriada.

Se menciona también el verbo “SANAR” porque él sanará a la oveja perniquebrada.

Otro verbo que podemos leer en esta porción es el verbo “FORTALECER” porque él fortalecerá a la oveja débil. Pero finalizando aparece un último verbo “DESTRUIR” porque en su justicia él destruirá a la oveja engordada y fuerte.

El capítulo 34 de Ezequiel habla de la profecía contra los pastores de Israel y es un llamado para los pastores y líderes de Iglesia. Es un llamado a pastorear para los demás, no para sí mismos. Dios dice que él mismo vendrá por las ovejas que no son pastoreadas y las reconocerá porque suyas son.

Así que hoy es el tiempo de orar por ellos, por los pastores y su exigente tarea delante de Dios. Ellos deben ser testimonio de renuncia, de esfuerzo y entrega, testimonio de amor y mansedumbre.

Dios demandará de ellos el destino y cuidado de su rebaño. ¿Dónde están mis ovejas? Preguntará!

Oremos por los pastores de nuestras iglesias y pongamos sus vidas y discernimiento en manos del Señor para que él los guíe y dirija cada día, para que haga de ellos, hombres de bien, varones de Dios que edifiquen sus ministerios y reflejen el amor del Señor a la Iglesia. Oremos para que tengna un espíritu noble y dispuesto al servicio. Que Dios les anime cada día a ser valientes y persistentes en los propósitos a los que los ha llamado.

Oremos por la fortaleza necesaria para vencer los constantes ataques del enemigo. Oremos por sus familias y por el establecimiento de la Iglesia como institución de adoración del cuerpo de Dios.

Y como planteamiento para el día de hoy, revisa: ¿qué oveja eres en el rebaño? ¿Sigues en el redil? ¿Tendrá que buscarte el Señor y hacerte volver? ¿O caíste? No olvides que él es pastor de pastores y señor de señores, él nos buscará si nos perdemos, él nos sanará si nos lastimamos, él nos fortalecerá si estamos débiles y él también dice que destruirá a la oveja fuerte y engordada que en egoísmo se abasteció a si misma y no ayudó a los demás.

Dios nos guarde del egoísmo a nosotros y los pastores. Dios nos ayudé a permanecer en amor y misericordia para compartir y ayudar a lo demás. Dios sea nuestro pastor y guía para reconocer nuestros errores y caminar correctamente junto al redil sin apartarnos del rebaño.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

¡Fortalecidos y gozosos en cada prueba!

Pablo escribía en la carta a los Corintios respecto a sus debilidades y aflicciones, y hablaba del conocido y predicado texto del aguijón en la carne. Mencionaba sus visiones y recordaba lo que en ellas había visto, y lo que Dios le había dicho tras orar y suplicar que quitará las aflicciones de su vida. A sus oraciones, el Señor contestó y dijo: “Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” Esto viene a decir en palabras coloquiales: “Pablo, no te preocupes; es necesario que esto pase porque en tu angustia y tribulación verás mi poder, y te salvaré, te rescataré, no te dejaré.”

Si Dios te respondiera esto, después de orar impacientemente por un motivo durante mucho tiempo, ¿confiarías y esperarías para ver el poder del Señor en medio de tu debilidad o seguirías quejándote y lamentándote por tu situación?

Veamos, leamos y meditemos en las palabras de Pablo. Él tomó una decisión, y antes de quejarse y lamentarse, contestó: “De buena gana, me gloriaré más bien en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo, por lo cual, por el amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Sí, sí, has leído bien, dice: “Soy fuerte.” Parece absurdo y contradictorio pero así es. No eres fuerte porque enfrentes pruebas, estés enfermo, pierdas tu empleo, pierdas un ser querido o te quedes sin dinero. Eres fuerte porque la situación, la adversidad te lleva a Dios y te hace depender completamente de él. Entonces, es cuando verás la gloria y el poder de Dios sosteniéndote y fortaleciéndote. Es cuando serán sacados tus pies del lodo y levantarás alas como las águilas para seguir el vuelo, y la misericordia de Dios te sostendrá.

Podemos elegir creer y esperar en Dios. Podemos elegir ver la manifestación de su poder y gloria o podemos elegir luchar en nuestras propias fuerzas, seguir quejándonos y lamentando nuestras circunstancias. Como ves, hay dos opciones y puedes elegir cualquiera, pero lo que sí puedo asegurarte es que si eliges gloriarte en las debilidades, persecuciones, inclemencias, crisis y debilidades como hizo Pablo, Dios te sostendrá, su diestra te alcanzará, y verás su poder y gloria.

Dios no te fallará, sólo confía y espera en él.

No tardará, no te dejará, él siempre llega a tiempo.

Cuál es la debilidad o dificultad que enfrentas hoy para gloriarte por ello y decirle a Dios: Señor, en ti confío y por amor a Cristo me gozo en mi necesidad y tribulación porque sé que veré tu gloria, y tu poder se perfeccionará en mi debilidad.

Empieza por tomar la decisión de ser fuerte cuando eres débil, lo demás lo hará el Señor.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

No importa lo que enfrentes, ¡su gracia es suficiente!

Toma tu Biblia porque hoy leeremos juntos 2 Corintios 12:9-10. Te preguntarás, ¿solamente dos versículos? Pues sí, apenas dos versículos porque son suficientes para Dios cuando nos quiere transmitir un mensaje.

¿Eres débil? ¿Hay algo que sientas que te queda grande? ¡Genial! es una buena noticia porque cuando esto ocurre, la gloria de Dios se manifiesta y su poder actúa en ti, si confías y esperas en él.

Se lee muy fácil y muy bonito, ya lo sé, pero debemos creerlo y declararlo. Cuantas más pruebas y dificultades enfrentemos tú y yo, más oportunidad tendremos de ver el poder y gloria del Señor en nuestra vida. Dios no nos dejará solos en mitad de la prueba, sólo nos pide ser fuertes y valientes para continuar y nos dice en este hermoso versículo que su gracia nos es suficiente porque cuando somos débiles entonces somos fuertes. Es hermoso, tanto, que parece absurdo. Dios nos pide en estos versos que disfrutemos el ser débiles, que nos gloriemos de las cosas que no podemos hacer, porque para eso está él.

No sé qué enfrentas, no sé qué padeces o qué sufres tú o tu familia, pero Dios sí que lo sabe y hoy nos anima a confiar, a creer y a ser fuertes porque su gracia nos hará renacer de las cenizas. No importa dónde estés, no importa si has tocado fondo, es tiempo de mirar al cielo y volver a confiar, porque Dios no se ha olvidado de ti. Abre tus brazos y entrega a Dios tus problemas, angustias, necesidades, debilidades y persecuciones porque él hará que sobre ti repose el poder de Cristo y vencerás. Una vez más, verás la grandeza de Dios. Él te rescatará y dará solución a lo que para ti es imposible, sólo cree y confía.

Podrías meditar un momento y recordar cuántas veces has visto el poder de Dios en tu vida y seguramente la respuesta sería múltiple y recordarías que entonces depositaste todas tus esperanzas en él y no luchaste por tu propia cuenta; confiaste, esperaste y su respuesta llegó. Él lo hará otra vez, no dudes, sólo cree.

Recuerda, da igual lo que enfrentes, ¡su gracia es suficiente!

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.