Él no te dejará porque lo prometió.
Esperar requiere paciencia pero tiene gran recompensa. Espera en Dios, él te responderá y a tiempo llegará.
No confíes en tu propia prudencia, no te jactes de la capacidad de resolver los problemas que tenemos los seres humanos cuando podemos confiar y esperar en el que todo lo puede. Dios es Todopoderoso. Repetimos muchas veces esta palabra pero, ¿la creemos? Cuando dice Todo, quiere decir que nada le queda grande, Dios todo lo puede y nosotros sólo debemos creer, confiar y esperar pacientemente porque su respuesta llegará tarde o temprano en su perfecto tiempo.
Confiar en sí mismo no es malo, realmente es un acto de seguridad y firmeza de carácter pero como todo, debe tener un límite. Cuando la confianza en sí mismo reemplaza la confianza y dependencia en Dios tenemos un problema, estamos hablando de autosuficiencia, egocentrismo y vanagloria.
Dios no quiere que nos bastemos a nosotros mismos y nos olvidemos de él. Como Padre, él quiere abastecernos y sustentarnos, protegernos y defendernos, amarnos y perdonarnos. Entonces, ¿por qué los seres humanos no se dejan amar y proteger?
Dios no pone condiciones para amarte, cuidar de ti ni proveerte, sólo confiar. No es costosa ni imposible la condición, es cuestión de fe. Déjale ser tu guía en el camino, déjale orientar tus pasos y caminarás seguro, no habrá miedo cuando avances por el camino y el temor huirá de ti porque contigo camina el Santo de Israel.
Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.