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Confía en él y él hará

Confía en él y él hará

Él no te dejará porque lo prometió.
Esperar requiere paciencia pero tiene gran recompensa. Espera en Dios, él te responderá y a tiempo llegará.

No confíes en tu propia prudencia, no te jactes de la capacidad de resolver los problemas que tenemos los seres humanos cuando podemos confiar y esperar en el que todo lo puede. Dios es Todopoderoso. Repetimos muchas veces esta palabra pero, ¿la creemos? Cuando dice Todo, quiere decir que nada le queda grande, Dios todo lo puede y nosotros sólo debemos creer, confiar y esperar pacientemente porque su respuesta llegará tarde o temprano en su perfecto tiempo.

Confiar en sí mismo no es malo, realmente es un acto de seguridad y firmeza de carácter pero como todo, debe tener un límite. Cuando la confianza en sí mismo reemplaza la confianza y dependencia en Dios tenemos un problema, estamos hablando de autosuficiencia, egocentrismo y vanagloria.

Dios no quiere que nos bastemos a nosotros mismos y nos olvidemos de él. Como Padre, él quiere abastecernos y sustentarnos, protegernos y defendernos, amarnos y perdonarnos. Entonces, ¿por qué los seres humanos no se dejan amar y proteger?

Dios no pone condiciones para amarte, cuidar de ti ni proveerte, sólo confiar. No es costosa ni imposible la condición, es cuestión de fe. Déjale ser tu guía en el camino, déjale orientar tus pasos y caminarás seguro, no habrá miedo cuando avances por el camino y el temor huirá de ti porque contigo camina el Santo de Israel.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.

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Dios sigue trabajando en ti para que alcances la estatura perfecta.

El proceso de pulido y acabado, duele.

Al ver esta imagen en la que un corazón de madera ha sido sometido a un proceso de pulido y talla y del que aún quedan sobre la mesa restos de la madera sobrante, pienso en ti y en mí, porque el mismo proceso de pulido hace Dios con nosotros hasta dejarnos limpios de asperezas y aristas que impiden ver el interior de nuestro corazón, transformado por el amor de Cristo.

 

Cuando conocimos a Dios vivíamos lejanos y desconocíamos su grandeza y majestad, tan sólo lo habíamos escuchado. Hoy, nuestra vida no es diferente que antes. Seguimos teniendo problemas y enfermando de vez en cuando. Ser cristiano y seguir a Jesús no nos hace inmunes al dolor y al sufrimiento, a los problemas y las enfermedades, pero a pesar de seguir siendo vulnerables a estas cosas, con él todo es más fácil y nuestra vida adquiere sentido porque ante las adversidades y problemas salimos triunfantes y vencedores en su nombre.

La invitación de Dios el día de hoy es dejarnos pulir con ternura y amor como sólo él puede hacerlo. Una lija pule y afina desgastando la superficie que roza. Un cincel levanta con fuerza capas del material que talla y la mano de Dios acaricia con ternura el corazón del hombre para hacerlo más noble, a la imagen de Cristo.

Déjate pulir por quien te creó, como la lija o el cincel él no te hará daño sino que en cada etapa del proceso de pulido te hará mejor persona, mejor ser humano, mejor testimonio de su gracia y piedad.

Dios no se ha arrepentido de ti ni de mí, antes ha tenido de nosotros misericordia y nos ha amado, por eso sigue trabajando con nosotros para que alcancemos la medida de la estatura de Cristo y seamos hombres y mujeres reflejos de su amor.

Digamos hoy a viva voz:

“Señor, aquí me tienes, púleme, tállame y hazme más como Jesús”.

Amén.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

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¿Sabes para qué sirve tu corazón, además de latir?

¿Sabes para qué sirve tu corazón, además de latir?

Tú y yo tenemos un corazón que se encarga de bombear sangre a nuestro cuerpo y gracias a la función de éste órgano podemos vivir. Pero además de hacernos perfectos, Dios nos dio sentimientos y emociones, nos regaló un corazón, como dice su palabra, para que le amáramos y le conociéramos. ¿Sabías que la función de nuestro corazón supera los criterios vitales? Es la herramienta para acercarnos y conocer a Dios. Con nuestro corazón podemos sentir, transmitir y dar vida a emociones y sensaciones, todo está interconectado. Él creó todo con un propósito y la función de nuestro corazón además de latir es acercarnos a él, sensibilizarnos, enternecernos y permitirnos ver con claridad que él está con nosotros.

¿Hace cuánto tiempo conoces a Dios? Lee bien la pregunta, no es hace cuánto tiempo has oído hablar de él, no! La pregunta es, ¿hace cuánto tiempo confías y esperas en él? ¿Desde cuando te acercas, le escuchas y hablas con él? Hay personas que conocen a Dios desde niños, que han experimentado una relación estrecha con él desde su infancia. Otros en la adolescencia y otros, como yo, en la edad adulta. Pero aunque las circunstancias de origen sean diversas, todos hemos conocido de Dios su amor, perdón, grandeza y bondad. Él nos ha protegido a todos, nos ha provisto de lo necesario, nos ha contestado nuestras oraciones, nos ha animado, nos ha consolado y su mano sigue abierta para sacar nuestros pies del lado cenagoso. Su amor no cambia, es el mismo ayer, hoy y siempre. Su amor es eterno y de esa manera nos ha amado.

En una relación intervienen dos y en la relación con Dios, estás tú y el Señor. De ti depende que la relación crezca y se alimente, porque Dios ya ha hecho su parte. Él te ama desde antes de que nacieras y le conocieras, él ha olvidado tus errores, ha dejado atrás lo que pasó y te ve como un nuevo ser. Dios te habla cuando tú estás dispuesto a tener una cita con él, te escucha cuando quieres hablar. Dios nunca está ocupado para no atenderte ni enfadado para no perdonarte.

Desde que le conociste y le recibiste en tu corazón, tú eres su pueblo así como él es tu Dios. Esto es una relación de verdad, un lazo estrecho que se ha establecido entre tú y el Señor. Entonces cuida tu relación con él.

Ahora que sabes para que sirve tu corazón puedes acercarte a Dios y en la medida que crezca tu relación con él, conocerás y entenderás su palabra, sus promesas, su plan y propósito para tu vida.
Tienes corazón, no permitas que sólo bombee y cumpla una labor humana y vital, sácale partido y utilízalo para lo que Él te lo dio, para amarle por sobre todas las cosas y corresponder su amor.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.

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¿Quién se escapará de sus ojos?

¿Quién se escapará de sus ojos?

¿A dónde vas? ¿De dónde vienes?
no temas, porque él conoce cada uno de tus pasos y
estará contigo donde quiera que vayas y estés.

A veces queremos salir corriendo, a veces queremos regresar, devolvernos. A veces sentimos tirar la toalla, dejarlo todo. A veces las fuerzas vuelven a nosotros e insistimos en continuar, pero sea cual sea tu situación o circunstancia, la única cosa que permanece, es su compañía, su amor. En todo momento y tiempo, Dios sigue estando a nuestro lado.

Nada le es oculto, nada puede escapar de su presencia y dónde quiera que se dirijan nuestros pies allí estará él y no nos desamparará. Es hermoso saber que su presencia nos acompaña en todo tiempo, sean tristes o alegres los momentos, debemos estar seguros y confiados porque Dios nunca se cansa de acompañarnos ni de amarnos. Él se complace en hacernos bien. Debemos confiar y esperar, porque aunque parezca que no está, que no nos escucha ni responde, él sigue ahí. Dios nunca tira la toalla, nunca se cansa.

Antes de irnos por ahí, elijamos el camino y meditemos los pasos que damos. Aunque Dios no nos abandone nunca, no nos inclinemos por malos caminos, porque aunque su diestra nos abrace podemos tropezar y sufrir. Dejémonos guiar y amar por Dios, nadie buscará nuestro bienestar como él, nadie querrá lo mejor para ti y para mí, como Él. ¿Parece eterna la espera? Quizás, pero nada escapa de sus manos, él tiene todo bajo control.

Confiemos, esperemos y dejémonos amar.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.

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Cree y pasa, porque Dios abrirá caminos.

Cree y pasa, porque Dios abrirá caminos.

El pueblo de Israel huyó de Egipto y tras ellos sus verdugos, los carros del faraón que les perseguían para prenderles pero Dios les defendió y libró. Dios les ayudó y abrió el Mar Rojo para que sus hijos pasaran por en medio de tierra seca e ilesos pasasen al otro lado.

¿Qué enfrentas hoy?¿Qué mar hay delante de ti?¿Quién te persigue?¿Quién o qué cosa es un verdugo para ti hoy? No temas, Dios está contigo y por ti. Él te defenderá y abrirá nuevamente el mar en dos para que cruces y sin un rasguño pases al otro lado. Él destruirá a tus enemigos. Lo prometió y suya es la pelea.

Como Moisés, ponte en pie y firmemente declara que contigo está Dios y nada podrá hacerte frente, porque él es tu defensa. Declara en oración, como Moisés reprendió con su vara las olas del mar mientras les perseguían los carros del faraón, que todo problema, enfermedad, crisis financiera, angustia, persecución, falta de empleo, depresión, deudas, problemas familiares, vicios y toda angustia que intranquiliza tu alma es reprendida por el poder de Dios. Y se abrirá el camino para ti y los tuyos, y caminarás por tierra seca, no habrá ventisca ni mar delante de ti que impida tu paso, porque contigo está el fuerte y poderoso Dios de Israel. Y en voz alta declara con fe, que:

“Jehová peleará por mí, y yo estaré tranquilo(a)”
-Éxodo 14:14-

¡Bendiciones!

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.

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No temas, Él no te dejará!

No temas, Él no te dejará!

No hay nada más hermoso que estar seguro de la compañía y protección de alguien cuando más triste o angustiado se está, esto hace que el miedo desaparezca, porque tenemos en quien confiar y arroparnos. Nuestro Padre ha prometido que con nosotros estará donde quiera que vayamos, que no dudemos, ni temamos porque él no nos dejará ni desamparará.

¿Necesitamos algo más que está verdad para creerlo? Mientras Dios promete estar a nuestro lado permanentemente cuidándonos y guardándonos; al otro lado está el enemigo gritándonos mentiras para que dudemos y en mitad de la tribulación perdamos la esperanza y si es posible la fe. Se esforzará en hacernos creer que Dios ignora nuestro dolor y nuestros problemas, pero no debemos creerle y participar de su engaño. Son sólo eso, ¡MENTIRAS!

No debemos perder nunca nuestra meta y enfoque. Aunque vengan los problemas debemos seguir confiando, aunque parezcan no tener fin, sabemos que Dios no nos dejará y que al final del túnel, por oscuro que parezca, está Dios con sus brazos extendidos esperando por nosotros. En mitad de la tristeza y desolación recuerda que a tu lado está el Dios de Israel, Jehová de los ejércitos y él pelea por ti. Repítelo, Créelo y Confía.

Así que si estás aquí o allá, si de una decisión se trata, si un problema enfrentas, no temas, Dios está contigo, él irá donde tu vayas, pero siempre teniendo en cuenta donde pisa la planta de tu pie. No vayas a lugares que te aparten de su camino y dirección. A veces el camino parece ligero y atractivo, pero su fin no edifica. No olvidemos que el camino que cruzaba el desierto se hacía en 11 días pero el pueblo de Israel tardó 40 años en cruzarlo por desobediencia y falta de fe. Sin embargo Dios nunca los abandonó, siempre estuvo con ellos, siempre los bendijo y les dio la provisión necesaria para sobrevivir.

¿Cuál es tu problema hoy? No temas. Dios está contigo y no te dejará. Repítelo, Créelo y Confía.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.

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Búscale y Llámale, Dios está ahí.

Búscale y Llámale, Dios está ahí.

Cuando hablas, él te escucha.
Cuando llamas, él te abre.
Cuando piensas, él te entiende.
Cuando actúas, él te observa.
Cuando oras, él te atiende.

Dios no está ciego ni sordo, nuestro Padre todo lo ve, lo escucha y conoce.
Él conoce nuestra necesidad desde antes que abramos nuestros labios para pedir y clamar.
Él sabe nuestra situación, él es testigo de lo que vivimos y a nuestro lado está, esperando que volvamos nuestros ojos y corazón al cielo, para depender de él.

A veces, muchas veces, los hombres buscan la respuesta en el lugar equivocado y la solución más ligera a sus problemas. No te canses de llamar ni de orar, no desistas en tu fe, Dios te escucha. Sigue orando y clamando, él no está sordo ni está ignorando tu voz, quizás no es momento y debes esperar, pero no te desesperes ni pierdas la esperanza. Dios tiene un plan perfecto, mejor que el nuestro. Sigue confiando y creyendo. No dejes de buscarle, aunque no le sientas ni le veas, él sigue ahí, nunca se ha ido ni lo hará.

Oremos para que Dios aumente nuestra fe y dependencia de él.
Digamos: “Padre en tus manos pongo mi vida, en ti confío y de ti dependo” Amén.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.

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Su paz nos guardará

Su paz nos guardará

Es hermosa esta promesa, es hermoso su contenido y la magnitud de cada palabra. Vamos a escudriñar juntos este versículo que Dios nos da a ti y a mí y en el que debemos esforzarnos por comprender; pero antes de empezar, pidamos al Espíritu Santo que nos muestre con claridad lo que Dios quiere y desea decirnos, leeamos y meditemos en cada una de las palabras de su contenido.

Primero tenemos, que la Paz de Dios, la absoluta y verdadera paz, tranquilidad, calma, reposo, quietud, armonía, mansedumbre del Padre, guardará nuestro ser, corazón y pensamientos (alma y razón) en su Hijo Amado. Quiere decir que Dios nos guardará en su perfecta y completa paz protegiendo nuestros sentimientos y pensamientos en Jesucristo.

¿Y por qué hará esto? Lo hará porque sólo en su Hijo Amado, tú y yo, podemos tener un corazón limpio, del que emanen buenos sentimientos, llenos de nobleza, amor y piedad. Lo hará porque sólo en Jesucristo podemos tener una mente clara con pensamientos sanos y puros, libres de malicia.

¿Cómo éramos antes de conocer al Señor y recibirle en nuestro corazón?. En nuestro corazón no había espacio suficiente para Dios porque su lugar lo ocupaban prioridades muchas veces dañinas, la prioridad la tenían los malos deseos y necias intenciones pero hoy el primer lugar lo ocupa el que toda la gratitud merece, lo ocupa quien debe ocuparlo todo, Jesús. Gracias al Señor hoy podemos decir que nuestro entendimiento entenebrecido ha sido desenmarañado y nuestro temor y miedo libertos en una mente renovada y completa en la perfecta paz de Dios.

¿Algo mejor nos podía pasar? Ningún tratamiento cognitivo y de sanación emocional tienen mayor poder y efectividad que el dar el lugar correspondiente a Dios en nuestra vida, dejar todo en sus manos y confiar en él. Somos nuevas personas gracias a él y a su cuidado, porque en perfecta paz nos guarda.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

El consuelo de una madre es el consuelo de Dios

POSTAL 694

En la perfección de su plan Dios preparó el corazón de las madres para amar sin medida y sin esperar nada a cambio. El amor de una madre es lo más parecido al amor de Dios.

A ellas concedió el privilegio de ser dadoras de vida y esperanza. Las revistió de fuerza y coraje para educar, trabajar, luchar y cuidar. Aunque cansadas, él las fortaleció para seguir y a través de ellas consolarnos y animarnos. En su palabra lo dice, como el consuelo de una madre, será mi consuelo. Una madre, nuestras madres, son reflejo de la ternura  y amor desmedido de Dios por sus hijos.

Todos los días son días para reconocer el esfuerzo, atención y amor de una madre. Siendo niños, adolescentes y aun adultos seguimos en sus mentes y sus oraciones, somos parte de sus preocupaciones, porque siempre desearan para nosotros lo mejor. Como hijos, no dejemos, nunca, de agradecerles lo que han hecho y siguen haciendo por nosotros, el plato calentito en la mesa, la ropa limpia y las noches en vela cuando hemos estado enfermos. Aunque ellas se hagan mayores y sus cabellos pinten canas, nunca dejaremos de ser sus pequeños y su amor siempre será el mismo, un amor fiel y permanente, un amor sin interés ni condiciones.

Da gracias a Dios por la mujer que te dio la vida, la mujer que dejó de vivir para educarte, la mujer que dedicó su juventud y fuerzas para verte crecer y hoy a pesar de los años, sigue pendiente de tus alegrías y tristezas, sigue pendiente de  tu bienestar, porque en su corazón el mayor de los deseos es verte siempre feliz y sonriente. No te olvides nunca de la mujer que te dio la vida y envejeció luchando para darte lo mejor. Si no vives con ella, llamala, si puedes visitarla, ve a verla, Si puedes ayudarla no postergues el tiempo para hacerlo. Dios se agrada del hijo que honra a sus padres y con gratitud vive hacia ellos.  Honremosles y serán largos nuestros días en la vida.

¡Feliz día de la madre en España y países vecinos!

 

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.

 

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Nadie te AMARÁ igual ¡ Jamás!

Nadie te AMARÁ igual ¡ Jamás!

Con amor eterno nos ha amado y con ternura nos ha hablado.

«Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.» Jeremías 31:3

«Y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.» Daniel 10:19

El Señor nos trata con sumo cuidado y especial atención. No deberíamos tener dudas al respecto. Amar no significa que no probaremos la tristeza y el dolor. No significa que seremos inmunes a la enfermedad y a la muerte, al fracaso y a los ataques del enemigo. Somos vulnerables a todo esto aun teniendo el amor y la protección de Dios; pero si estas cosas vienen, en su amor seremos más fuertes y en su nombre podremos salir vencedores.

Amar significa que alguien se pone en nuestro lugar y nos consuela en mitad de la tribulación. Amar no es pasar por alto una corrección y un castigo. Precisamente, a quienes Dios ama, corrige como lo hace un padre con sus hijos. Amar es entregar lo mejor de sí mismo para darlo todo a otro sin condiciones, por gracia.

Es hermoso leer la Biblia y escuchar en la voz de Dios cuánto amor nos tuvo, tiene y tendrá por siempre. Tanto nos ha amado, que por ti y por mí fue capaz de entregar a su propio hijo para salvarnos. ¿Quién más lo haría? No existe alguien que nos ame igual, que nos acepte con todos nuestros errores y defectos, que quiera abrazarnos a pesar de darle la espalda en algún momento, que quiera atendernos aun cuando le hemos ignorado. Sólo Dios nos ama de esta manera, de forma incondicional y única.

Hoy es el día de disfrutar de su amor y ver que en cada detalle de la vida, a nuestro alrededor, está la grandeza de su amor. Hoy es el día de escuchar la ternura con que nos habla y decir con el corazón: ¡Gracias Señor!

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,
Laura Sánchez.