La tentación: un laberinto con salida

Los laberintos son caminos enredados pero con una salida. Así es la tentación, se presenta como una opción apetecible a nuestros ojos pero podemos dejarnos cautivar y terminar enredados, o elegir buscar la salida porque de cada laberinto Dios nos ha provisto una salida, porque él es fiel y no permitirá que nos ocurra en la vida nada que no podamos enfrentar y que supere nuestra capacidad humana.

Tú y yo enfrentamos pruebas similares o situaciones contrarias pero en todas Dios será nuestra fuerza para salir adelante y vencer. Para muchos, ser cristiano es un sinónimo de perfección, y ¡qué gran error!, no saben que estamos muy lejos de ser perfectos. Somos seres imperfectos en busca de la perfección de Cristo que nos ayuda a ser mejores cada día pero seguimos luchando y trabajando por cambiar nuestra naturaleza pecaminosa.

Antes de conocer al Señor, decir una mentira no cargaba mi alma de ninguna culpa, era una “mentira piadosa” y así era ligero el cargo para mi conciencia. Hoy, 10 años después de conocer a Cristo y entregarle el trono de mi corazón, decir una mentira sí que tiene un gran peso y es algo que debo elegir No hacer. Pero no voy a mentir, en este tiempo alguna mentirijilla he dicho por quedar bien, por no hacer daño a otros, por ser sutil pero, ¿y a Dios le parece bien? No, de ninguna manera. Él es perfecto y no tolera el pecado, él quiere que entendamos que podemos buscar la salida ante la tentación, evitar caer y tropezar. ¡La salida a la tentación de mentir es decir la verdad y punto!

Pero así como la tentación puede ser mentir, también puede ser robar, ser infiel, engañar pero ninguna por difícil y perversa que parezca será mayor que nuestra capacidad de resistir porque Dios nos ayudará a vencer.

¿Qué tentación viene a intranquilizar tu vida?

No te desanimes, no caigas, no te des por vencido y cedas ante ello.

Recuerda que es un laberinto y tú eliges enredarte o buscar al salida.

Busca la salida y no olvides que Dios no permitirá que seas tentado por algo que no puedas resistir y soportar.

Los demás corren por el laberinto, y les gusta perderse y enredarse en esos caminos, pero tú y yo somos diferentes porque buscamos la salida. Hagamos que se note que somos vencedores y victoriosos en Cristo Jesús, y el pecado no se enseñoreará de nosotros nunca más. Resiste todo lo que pueda robarte la paz y la bendición de Dios.

Trabajando y sirviendo al mejor de los jefes,

Laura Sánchez.